Fragmento de Protágoras de Platón


“…los que llevan las enseñanzas por las ciudades, vendiéndolas y traficando con ellas, ante quien siempre está dispuesto a comprar, alaban todo lo que venden. Mas, probablemente, algunos de éstos, querido amigo, desconocen qué, de lo que venden, es provechoso o perjudicial para el alma; y lo mismo cabe decir de los que les compran, a no ser que alguno sea también, por casualidad, médico del alma. Por lo tanto, si eres entendido en cuál de estas mercancías es provechosa y cuál perjudicial, puedes ir seguro a comprar las enseñanzas a Protágoras o a cualquier otro.

Pero si no, procura, mi buen amigo, no arriesgar ni poner en peligro lo más preciado, pues mucho mayor riesgo se corre en la compra de enseñanzas que en la de alimentos. Porque quien compra comida o bebida al traficante o al comerciante puede transportar esto en otros recipientes y, depositándolo en casa, antes de proceder a beberlo o comerlo, puede llamar a un entendido para pedirle consejo sobre lo que es comestible o potable y lo que no, y en qué cantidad y cuándo; de modo que no se corre gran riesgo en la compra. Pero las enseñanzas no se pueden transportar en otro recipiente, sino que, una vez pagado su precio, necesariamente, el que adquiere una enseñanza marcha ya, llevándola en su propia alma, dañado o beneficiado.”




viernes, 29 de enero de 2010

El viaje de Mohammed.


Yo vivía en Marruecos, en Ouled Abdellah.

Con mi madre , mi hermana y mi tíos fui en el coche hasta Tanger. Embarcamos con el coche en un barco que nos llevó a Tarifa. Luego fuimos al pueblo de Mazarrón, en Murcia.

Vinimos a Asturias a un barrio de Infiesto. Allí estuve 40 días. Después fuimos a Navelgas a casa de mi tío Mohamed. Me quedé tres meses y no fui al cole. Pedían papeles que no tenía. Al final vinimos con mi padre a Infiesto. Ahora voy al colegio públicos de Infiesto.

Mis profesores se llaman: Ana, Begoña, Carlos y Ana Elena.

Mohammed Abdelaui C.P. de Infiesto.

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